Oviedo EXPRÉSS: como perderse en dos días

Es cierto que hay quien quiere conocer los sitios con tranquilidad, ocupar 4 o 5 días para perderse profundamente por las ciudades pequeñas que podemos encontrar por el país, sin embargo, nosotros no somos de esos...si hay que caminar 25 km en un día para ver todo lo que quieres ver, se va a hacer. Es por ello que os dejo aquí nuestra experiencia de Oviedo en dos días, ¿rápido y completo? Qué más se puede pedir.

Llegamos a la estación de autobuses, la verdad es que he de comentaros que Alsa dispone de unos precios bastante competitivos para trasladarte allí desde diferentes puntos de España. En nuestro caso, desde Valladolid sobre 3 horas y algo, desde A Coruña se puede encontrar una opción más rápida de 3 horas y media, o una un poco más larga de 5 horas y media, evidentemente, la más lenta es más barata, pero barata al punto de que podréis gastar sobre 15-17€ el billete, y lo mismo desde Valladolid. Oviedo dispone también de aeropuerto (desconocemos por completo qué y de dónde llegan los vuelos allí), y de estación de ferrocarril, donde la comunicación con Galicia es limitada, y desde Castilla y León los tiempos son similares a los del bus.

Se encuentra del centro de la ciudad a unos 15 minutos caminando, ya que no es una ciudad muy grande y es fácilmente pateable. A partir de ahí, se muestran una gran cantidad de alternativas para hacer, ¿os animáis a descubrirlas?

  • Tomarse una "sidrina" en la calle Gascona

    Este es sin duda uno de los planes que debéis hacer si o si. El norte es bien conocido por su gastronomía, y no es sin más motivo, nos gusta comer bien, cantidad y calidad, y no nos escondemos. La Calle Gascona es la más conocida para ésto en Oviedo, no la pensaron muy bien al hacerla, semejante cuesta empinada cuando uno lleva unas cuantas sidras encima se hace ardua tarea, pero sin duda merece la pena perderse allí, tomarla, comerse un buen cachopo y disfrutar de su ambiente. Nosotros seleccionamos el Tierra Astur, pero cualquiera de las sidrerías que podáis encontrar allí servirá para involucrarse en la intensa tarea de alimentarse.

  • Recorrer el casco antiguo bordeando la Catedral de Oviedo y alrededores

    Como disponíamos de poco tiempo optamos por hacer un FreeTour con Laura, una chica muy maja que nos llevó a conocer los puntos de la ciudad más relevantes, desde su Catedral, hasta la estatua de La Regenta en la misma plaza, callejear, conocer las múltiples historias de la Revolución de 1934 y sus mineros luchadores, pasar por el museo arqueológico, el de bellas artes, ver que existen ciertos trozos de la antigua muralla de Oviedo, saber las leyendas acerca del peregrinaje a Santiago de Compostela (a los gallegos nos encanta ésto), etc. Es un casco antiguo relativamente pequeño, no especialmente bien conservado en algunos puntos, pero con mucho que contar, y eso es algo que debéis experimentar.

  • Sacarte una foto con alguna de sus estatuas famosas

    Y es que Oviedo tiene más de 200 estatuas, todas ellas bastante conocidas, desde Mafalda hasta Woody Allen, pasando por Tino Casal... sorprendentemente, muchas de ellas son femeninas además. Es por ello que deben de encontrar una buena foto, ocupar la memoria con una imagen con un compañero atípico de viaje.

  • Pasear por el Parque San Francisco

    Me considero amante de la naturaleza, de todo lo que tiene que ofrecernos, y soy totalmente partidaria de las ciudades peatonales, de los espacios verdes, y de todo aquello que implique humanizar nuestros entornos. Por tanto, como estoy segura de que iréis a visitar a la pequeña Mafalda dentro de este parque, por qué no perderse un poco entre sus árboles, además de que es uno de los sitios más visitados de la zona.

  • Subir al Monte Naranco y saludar a su famoso Cristo

    Es evidentemente la versión mini del Cristo de Río de Janeiro, pero ¿no decían que el tamaño no importaba? Pues es lógico y merecido el paseo hasta coronar la cima, si bien nosotros no tuvimos muy buen tiempo, las imágenes de la ciudad te vislumbran todo Oviedo desde lo alto, desde la picuda Catedral hasta el edificio de Calatrava (ejem), pasando por cada uno de sus barrios. Además podrás encontrar dos iglesias prerrománicas durante tu subida, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, cuyo centro de visitantes organiza visitas para ver su interior. La subida será intensa, podéis hacerla por la carretera o por las diferentes pistas de tierra que encontraréis a lo largo del recorrido, incluso si os sentís sin fuerzas, se puede subir en coche hasta lo alto, pero es sin duda una de las cosas que uno no debe perderse en su visita.

  • Callejear

    Y ésto os lo recomendaré siempre siempre siempre, impregnaros de la gente de los sitios, visitad el Mercado del Fontán si sois unos enamorados de los mercados como yo, tomaros algo en la Plaza del Paragüas con toda la gente, id al PerSé a tomaros un pedazo de sus eclécticas tartas, visitad sus iglesias gratuitas, entrad en un museo, o simplemente, quedaros con los colores de sus casas, sus grises, sus colores de repente adornados con flores, probad unas moscovitas de la Confitería Rialto o endulzaros con algunos de sus pasteles...quedarse con lo que vive la gente de allí cada día, sus anécdotas de hasta el sistema de basuras de allí, ese tipo de cosas, son las que realmente nos dan los recuerdos de la ciudad.

Claro es, que si hubiéramos estado más de dos días, fijo encontrábamos más cosas que recomendaros, y aún así, estando dos, creedme que es bastante divertido y tedioso recorrerse ésto. Soy de la opinión de que a veces hay que perderse para encontrarse, sea dos días en una ciudad que conozcas o no para rebajar tus niveles de estrés, por curiosidad, porque visitas a alguien, o quizás por todas las razones anteriores...incluso si es por el simple hecho de comerse un cachopo, perderse siempre es una opción interesante. Recordad, nunca olvidéis perderos...¿dónde será la próxima vez?