¿Se encuentran las mejores termas naturales en Ourense?
Si algo tengo claro en mis recuerdos viajeros, es que por increíble que suene, muchos de ellos son en pequeños recorridos en coche cerca de donde vivo, bien fuera con mis padres, mi pareja, mis amigos, y algunas veces, mi imaginación.
A veces nos empeñamos en recorrer kilómetros y kilómetros para ver las maravillas del mundo, que son geniales si, pero eso no implica que no tengamos muchas de ellas aquí.
Uno de mis recuerdos más persistentes es mi visita a las Termas de Ourense, no únicamente es reiterado porque me encanten, sino porque intento buscar un hueco en la a veces horrorosa agenda, para así poder ir todos los años. Quizás muchos no lo entiendan, pero si las visitan encontrarán que cada milímetro de nuestro cuerpo puede sentirse precisamente estimulado por un sitio tan caliente.
No es para menos, pongámonos en situación...te encuentras en un anochecer de invierno, sumergiéndote en esas pozas de agua caliente con minerales, todos ellos rozando tu piel, dejándola más suave, más caliente y más sana, con una compañía excepcional, tu cabeza apoyada en el borde de las piedras y tu cuerpo sumergido se encuentran mirando como la luz del día escapa para dejar lugar a la penumbra de la noche, las estrellas inundan el suelo, el agua hirviendo sigue azotando cada centímetro de tu cuerpo, y mientras el día se escapa, tú pasas a olvidar cada preocupación, cada dolor, cada ansiedad, dejándolos escapar como se va el día, y dejando paso a la calma y el sosiego. ¿No os parece un maravilloso momento? A mi sin duda si.
Hay años que son diferentes por un sinfin de motivos, y a veces, apostar por casa, por nuestras tierras, por nuestra cultura, por lo nuestro, por aquel turismo que tenemos aquí al lado y que muchas veces dejamos de lado, supone la alternativa más saludable, exquisita e interesante, y además de eso, la más agradecida y gratificante. Así que...¿qué os parece comenzar un paseo por una emblemática atracción gallega?
Galicia, y no lo digo por ser gallega, muestra un sinfin de posibilidades de cara al turismo, desde la Muralla de Lugo, a la Torre de Hércules, pasando por el hermoso Monte de Santa Tegra, hasta las bien preciadas termas de Ourense. Desde hace muchos, las instalaciones termales tanto gratuitas como de pago, así como también las Burgas, han ido prestando salud y bienestar a todos los rangos de edad, y se han convertido en una visita indispensable cuando uno de acerca a la provincia ourensana.
La apuesta es amplia, se puede disponer de acceso a las termas gratuitas, que son de libre acceso y donde te puedes sumergir en unas pequeñas pozas de agua caliente a orillas del río, divertirte en familia y estar el tiempo que desees. Sin embargo, por nuestra parte consideramos que la opción más cómoda es visitar las termas de pago, el precio a aportar es bajo, entorno a los 6 € por 2 horas de libre acceso a las instalaciones, donde además dispondréis de vestuarios y taquillas, y si queréis prolongar un poco vuestro capricho, aportar un poco más de salud con un masaje o tratamiento personalizado con los especialistas de los centros.
Antes podíamos disponer de tres instalaciones de pago, dos de ellas en Ourense ciudad y una de ellas próxima a Ribadavia. Sin embargo, tras el incendio de las Termas da Chavasqueira, que eran de las más cercanas a la capital Ourensana, éstas se han quedado reducidas a dos. Nosotros hemos visitado ambas, y cualquiera de ellas (que pertenecen a la misma empresa de circuitos termales) son dignas de probar, las esperas en ocasiones son largas pero bien merecidas. Aún así, si tuviéramos que priorizar una, si, las de Outariz son cómodas, el paseo fluvial hasta ellas es agradable y las instalaciones son estupendas, pero si buscas contacto con la naturaleza, nuestra recomendación es que alargues un poco tu recorrido y te dirijas a las de Prexigueiro, ya que una vez te veas sumergido en unas termas a 40ºC en medio de un bosque, te quedarás prendido del lugar.
No son las termas memorables de ciudades termales de mayores magnitudes como pueden ser las de Budapest , con sus famosos Baños de Széchenyi, de los que os hablaremos más adelante, pero si creemos que la disposición natural de las nuestras son envidiables, el contacto con el río o la naturaleza es algo que no encuentras en esas grandes localizaciones.
Como anotación, también hemos de llamar a ser prudentes y decir que siempre que se acuda a las termas se deben de tener en consideración las indicaciones y contraindicaciones que se proporcionan por parte de los centros, en sus páginas web podréis encontrarlas y consultarlas, y ante cualquier duda, preguntar al personal de las instalaciones para que os aconseje, bien presencialmente o por vía telefónica.
Evidentemente, nuestros provincias tienen multitud de cosas, pero creemos que después de esta etapa de encierro en casa, el contacto con la naturaleza, el placer de estar en el agua caliente en una buena compañía, en un entorno inmejorable, y ya si queréis mejorarlo, con la luz de las estrellas adorando vuestra presencia, hacen de éste un plan maravilloso para quitar presión de estos momentos tan complicados para muchos. No vamos a deciros, que completar el día con una caminata previa por los Cañones del Sil, una visita a la bonita Ribadavia o a la ruta fluvial próxima, el perderse por las calles y múltiples puente ourensanos, no vayan a hacer de esta experiencia algo inmejorable y digno de guardar en nuestras retinas y corazones.
Por ello, no olvidéis nunca, que a veces los lugares que más nos pueden enamorar los tenemos al lado de nuestras casas.